Echar a andar una idea de negocio no siempre resulta ser una tarea fácil. Una vez desarrollado el plan de negocio surgen distintos obstáculos para los emprendedores que tienen que ver la manera de sortear. Dentro de estos distintos obstáculos uno que resulta común para todos los emprendedores es la manera de obtener los recursos para echar a andar la empresa que tienen en mente. El limitado acceso al financiamiento al cual se enfrentan los emprendedores tiene su origen en el hecho de que son muy pocas las personas que se encuentran dispuestas a apostar en un proyecto nuevo. Además de esta falta de confianza, también nos encontramos con el hecho de que al ser una empresa de reciente creación, resulta difícil para los emprendedores contar con un colateral que les permita garantizar la devolución de los recursos recibidos en préstamo. Gracias al avance que ha habido en los últimos años en los mercados financieros hoy existen sociedades financieras confiables que están dispuestas a poner a disposición de los emprendedores créditos y otros tipos de préstamos.
Al momento de solicitar financiamiento a para echar a andar algún negocio que se tenga en mente, los emprendedores deben tomar en cuenta los siguientes puntos:
Tipo de préstamo.- Existen distintos tipos de préstamos que podrían ser útiles al momento de considerar echar a andar un negocio. Dentro de estos tipos de préstamos los más comunes son el crédito y el arrendamiento. El crédito le dará la liquidez necesaria al emprendedor para llevar a cabo distintas inversiones tanto en capital humano como en capital físico. Por su parte el arrendamiento pondrá a disposición del emprendedor determinado activo físico que requiera utilizar dentro del proceso productivo de su empresa.
Plazo.- Otro punto importante a tomar en cuenta es el plazo al cual solicitaremos los recursos. Al momento de determinar el plazo resulta útil tener en mente que éste dependerá de nuestros flujos futuros esperados. Proyectar nuestros flujos futuros esperados nos ayudará a determinar nuestra capacidad de pago futura y por lo tanto elegir el plazo que más nos convenga.
Una vez que hemos tomado en consideración los puntos anteriores, el siguiente paso será acercarnos a esa sociedad financiera confiable que ponga a nuestra disposición los recursos que requerimos. Con ayuda del financiamiento podremos echar a andar aquella idea de negocio que tenemos en mente. Elegir crédito u otro tipo de préstamo dependerá de nuestras necesidades específicas de inversión.
