La cantidad de empresas que operan en México y que podrían ser denominadas microempresas es bastante significativa si tenemos en cuenta que contribuyen con una gran cantidad de empleo y además aportan una nada despreciable cantidad del Producto Interno Bruto Nacional. Lo anterior hace que debamos tenerlas en cuenta al momento de buscar una política de crecimiento sostenible para nuestro país. Parte de una política de crecimiento a través del impulso a las microempresas debería consistir en analizar de qué manera es que estas están creando valor económico. Para lo anterior es necesario recordar que el valor económico de un bien es aquel que resulta de la diferencia entre el valor percibido del bien por el consumidor y el costo de elaboración del bien del productor. Crear valor económico no siempre resulta fácil pues para poder lograr esto y poder mantenernos como líderes en el mercado es necesario contar con una ventaja competitiva sostenible.
Las ventajas competitivas sostenibles son aquellas ventajas con las que cuentan las empresas frente a sus competidores y que perduran por mucho tiempo al ser de difícil imitación. Dependiendo del tipo de ventaja competitiva con la que cuente una empresa la estrategia será de una u otra manera. Al momento de querer desarrollar y explotar una ventaja competitiva que nos lleve a obtener beneficios en nuestra empresa es necesario contar con el capital humano y el capital físico que nos permitirá desarrollarla. En cuanto al capital humano toda empresa que busca crecer independientemente de su tamaño necesita contar con personal talentosos que le ayude a desarrollar una estrategia y a alcanzar los objetivos de la misma. En esta parte no debemos limitarnos únicamente a contratar personal con capacidades sobresalientes sino que debemos brindarles las herramientas de capacitación que les ayuden a desarrollar al máximo sus oportunidades. Para esto es necesario contar con los recursos necesarios para poderles brindar sueldos competitivos y para poder invertir en cursos de capacitación y actualización que les ayuden a incrementar su capital intelectual.
Por otro lado contar con el capital físico necesario también resulta de suma importancia para lograr una ventaja competitiva. El capital físico nos ayudará a mejorar y optimizar nuestros procesos para poder brindar un bien o servicio de manera más profesional a nuestros clientes. Invertir en el capital físico necesario para llevar a cabo nuestro proyecto productivo no siempre resultará ser fácil pues en la mayoría de las ocasiones éste capital físico resulta ser una fuerte inversión que muchas veces las microempresas no pueden realizar por la falta de disposición de recursos. Al momento de querer explotar nuestras ventajas competitivas es necesario contar con aquellos recursos que nos permitan realizar diferentes inversiones tanto en capital humano como en capital físico.
Para lo anterior es necesario informarnos acerca de las sociedades financieras que brindan recursos a través del financiamiento a microempresas para ayudarlas a crecer. Estas sociedades financieras suelen brindar tasas de interés más bajas que los bancos tradicionales pues sus costos de operación son menores y además brindan contratos con cláusulas más flexibles que permiten que obtener recursos por medio de financiamiento no resulte tan gravoso para las microempresas. Al momento de considerar el financiamiento debemos tener en cuenta que las dos opciones de financiamiento que más podrían ayudarnos serían el crédito y el arrendamiento. El crédito será de gran utilidad para obtener la liquidez necesaria para invertir tanto en capital humano como en capital físico mientras que el arrendamiento nos ayudará a realizar las inversiones pertinentes en capital físico. Elegir uno u otro dependerá de la estrategia que siga nuestra microempresa así como de la proyección de escenarios futuros de nuestra empresa.
