Hoy en día dado el amplio impacto que tienen las pequeñas y medianas empresas dentro de la economía de nuestro país resulta importante que el gobierno fije esfuerzos para que estas puedan desarrollarse más y más y así tener mayor incidencia en el crecimiento económico de México. Actualmente el 90% de las empresas mexicanas son pequeñas o medianas empresas y éstas contribuyen con alrededor del 23% del Producto Interno Bruto y otorgan el 42% del empleo total del país. Las cifras anteriores nos hacen no minimizar la importancia que tienen las empresas de este tamaño y nos llevan a buscar la manera de lograr que estos motores de crecimiento de la economía se consoliden y que logren tener un mayor impacto en el desarrollo del país.
Debemos de tener en cuenta que dentro del rango de las PyMEs existen ventajas y desventajas relacionadas con el tamaño de éstas. No todas las pequeñas y medianas empresas enfrentan estas ventajas o desventajas sin embargo generalizando un poco podríamos encontrar coincidencia en alguno de estos puntos dentro de ellas. Algunas de las ventajas que nos presentan las PyMEs son que entre otras cosas, resultan ser un importante motor de desarrollo para la economía de nuestro país ya que como observamos en las cifras expuestas en el párrafo anterior ayudan a impulsar el crecimiento por ser una fuente importante de empleo y por la aportación que realizan al PIB. Otra ventaja podría ser la gran flexibilidad con la que cuentan al momento de desarrollar su negocio, esto debido a una estructura más relajada para llevar a cabo cambios en cuanto a los procesos. Además, las pequeñas y medianas empresas resultan ser bastante dinámicas debido a la gran movilidad que las caracteriza y que podría ayudarlas a convertirse en una empresa grande. Al aportar el 42% del empleo en México son grandes generadoras de empleo, esto debe ser un incentivo más para que el gobierno propicie su desarrollo ya que de esta manera se puede ampliar aun más la cantidad de Población Económicamente Activa dentro del país.
En contraste con las ventajas que presentan las PyMEs debido a su cantidad y su tamaño, esto también puede resultar en desventajas. Entre otras podríamos mencionar la poca planeación que existe dentro de ellas puesto que muchas veces no cuentan con un programa de inversión estructurado lo cual no les permite crecer. A esto hay que añadirle que dado los bajos márgenes de utilidad a los que comúnmente se enfrentan pocas veces son capaces de brindar las herramientas necesarias a sus empleados para que estos realicen su labor de manera más profesional y estandarizada. Por último, otra de las desventajas que en mi opinión resulta importante es el poco acceso al financiamiento.
El poco acceso al financiamiento al que comúnmente se enfrentan este tipo de empresas impide que puedan llevar a cabo proyectos productivos importantes para hacer crecer la empresa. Hay que tener en cuenta que hoy en día existen empresas confiables que otorgan acceso al financiamiento a pequeñas y medianas empresas, y que además los intereses y plazos que manejan resultan bastante atractivos. Una de las opciones de financiamiento disponibles en este tipo de alternativas a las instituciones de financiamiento tradicional es el arrendamiento. El arrendamiento consiste en “rentar” algún bien necesario para la producción de nuestra PyME durante un plazo determinado y al final de éste decidir si adquirirlo, pagando el valor restante, o si renovar la renta con un nuevo bien. La ventaja de éste es que mantenemos nuestra planta y equipo actualizada y no tenemos que hacer grandes desembolsos de dinero en un solo momento pues los costos de la renta se distribuyen a lo largo del periodo. Tener en cuenta el arrendamiento como opción para hacer crecer nuestra PyME resulta primordial si queremos llevar a cabo proyectos productivos costosos.
