Las pequeñas y medianas empresas en México son un importante motor de crecimiento para la economía nacional ya que 9 de cada 10 empresas mexicanas podrían ser clasificadas como pequeñas o medianas empresas. Estas empresas colaboran con una parte importante del Producto Interno Bruto y además ayudan a proporcionar gran parte del empleo que necesita la población económicamente activa. Son diferentes las características que tienen en común las pymes sin embargo en algunas de ellas coinciden. Dentro de las características que son más comunes en las pequeñas y medianas empresas se encuentran:
*Limitada profesionalización.- Al ser empresas de pequeña escala las pymes no cuentan con los recursos necesarios para lograr el capital humano necesario para la ejecución de sus proyectos. Se necesita dinero para poder invertir en la capacitación del personal que labora en las pymes para que este pueda desarrollar su potencial y esto repercuta en las utilidades de la empresa.
*Limitada estandarización.- Para poder crecer las pequeñas y medianas empresas tienen que lograr estandarizar sus procesos. Para esto necesitan contar con todas las herramientas necesarias y el capital físico especializado para llevar a cabo sus procesos productivos. Contar con el capital físico necesario requiere de una fuerte inversión en maquinaria y equipo, por lo tanto en ocasiones la pequeña y mediana empresa ve limitadas sus oportunidades de crecimiento por falta de los recursos necesarios.
*Limitado acceso al financiamiento.- Acceder a los recursos necesarios por medio del financiamiento resulta difícil para las pequeñas y medianas empresas ya que prestarle a estas empresas resulta más riesgoso que prestarle a empresas grandes y consolidadas. Tanto la limitada profesionalización como la limitada estandarización de los procesos son producto del limitado accesos al financiamiento pues si la empresa tuviese acceso a dicho financiamiento ésta podría llevar a cabo proyectos de inversión dentro de ella.
Debido a los puntos antes mencionados el gobierno ha establecido diferentes programas para ayudas a las pymes sin embargo estos resultan ser insuficientes para lograr que las pequeñas y medianas empresas crezcan. Por lo anterior es necesario que las personas que se encuentran al frente de estas empresas busquen alternativas a estos programas gubernamentales para obtener los recursos necesarios para llevar a cabo proyectos de inversión que redunden en beneficios económicos para su empresa.
Dado el progreso financiero que se ha venido desarrollando durante los últimos años hoy en día existen alternativas al crédito tradicional en instituciones de financiamiento confiables que brindan diferentes tipos de préstamos con tasas de interés bajas y términos y condiciones flexibles. Dentro de los diferentes tipos de préstamos a los que podrían acceder las pequeñas y medianas empresas se encuentran el crédito y el arrendamiento.
Elegir entre el crédito y el arrendamiento depende específicamente de las necesidades particulares de la empresa. Si los recursos se necesitan para invertirlos en capital humano lo óptimo será que elijamos el crédito pues con ayuda de éste podemos obtener la liquidez que tanto necesitamos para poder capacitar a nuestro personal, llevando el potencial del éste al máximo. De igual manera con ayuda de un crédito podríamos obtener el dinero necesario para invertir en la planta y el equipo necesario para poder llevar a cabo la estandarización de nuestros procesos. Por otro lado el arrendamiento como opción de financiamiento nos podría ayudar a “rentar” aquellos activos tangibles necesarios para llevar a cabo el proceso productivo de nuestro negocio. Una de las ventajas que podría presentar esta opción de financiamiento es que nos permite mantener nuestro equipo actualizado y renovado constantemente. Al momento de planear una estrategia de crecimiento para nuestras pymes es necesario que determinemos que tipo de financiamiento es el que más nos conviene para llevarla a cabo.
