De acuerdo con la Secretaria de Economía las pymes son una pieza clave dentro de la economía nacional pues ellas contribuyen con casi la mitad del producto interno bruto y generan 72% de los empleos formales dentro de nuestro país. Estas empresas cuentan con ciertas características que las hacen especialmente flexibles con respecto a las otras empresas que operan en el mercado. Al ser de un tamaño pequeño y ser principalmente de reciente creación las pymes se adaptan fácilmente al entorno y de igual manera logran adaptar sus procesos para poder brindar a sus clientes buenos productos a precios competitivos. Sin embargo la flexibilidad también podría ser un obstáculo para que las pequeñas y medianas empresas elaboren y entreguen productos estandarizados a sus clientes y consumidores finales. A continuación haremos una breve reseña acerca de las ventajas y desventajas que podrían representar la pyme al momento de buscar desarrollar una estrategia de crecimiento.
Una de las principales desventajas que se presentan en una pyme es la limitada profesionalización. Al ser empresas pequeñas y de reciente creación sus empleados pocas veces tienen acceso a herramientas de capacitación y desarrollo que les permitiese explotar al máximo sus capacidades. Lo anterior hace que al momento de llevar a cabo su tarea dentro de las pequeñas y medianas empresas esta se realice de manera poco profesional y por lo tanto no se pueda desarrollar los productos de la mejor manera y la mejor calidad.
Otra desventaja que podría presentar una pyme es la limitada estandarización. Al tener pocos recursos las pequeñas y medianas empresas se ven limitados a estandarizar sus procesos. Lo anterior tiene como consecuencia que pocas veces se logre uniformidad en los bienes y servicios que la pequeña y mediana empresa ofrece. Para poder lograr una buena estandarización de los procesos una pequeña y mediana empresa necesita invertir recursos necesarios en capacitación para el capital humano y en inversión en el capital físico que le permita llevar a cabo su proceso productivo de la manera más profesional posible.
Otro de los retos que enfrentan las empresas con estas características es el limitado acceso al financiamiento. Al ser empresas pequeñas y de reciente creación muchas veces son percibidas por el mercado financiero como empresas a las cuales resulta riesgoso prestarle recursos. Lo anterior hace que pocas sociedades financieras pongan a disposición de una pyme el dinero que necesitan para poder invertir en los diferentes proyectos productivos que tienen en mente. Si bien existen sociedades financieras que si están dispuestas a prestar los recursos estas empresas muchas veces cobran intereses muy altos pues consideran dichos préstamos altamente riesgosos. Al momento de acceder al financiamiento hay que hacerlo a través de una sociedad financiera confiable que nos brinde los recursos que necesitamos para invertir a las tasas de interés más bajas y con los mejores términos y condiciones.
Los recursos los necesitamos principalmente para la inversión en nuestro capital físico pues este es el que resulta ser más costoso dentro del proceso productivo de nuestra pyme. Un tipo de financiamiento que nos podría ser útil para poder llevar a cabo esta inversión es el arrendamiento. El arrendamiento lo podríamos encontrar puro o financiero. El arrendamiento puro consiste en pagar renta por utilizar un activo durante el tiempo que utilicemos el mismo. Por otro lado el arrendamiento financiero funciona de manera similar con la diferencia de que contienen una opción de compra al finalizar el plazo determinado en el contrato. Esta opción de compra consiste en pagar el valor residual del activo una vez finalizado el periodo. Elegir uno u otro dependerá de la estrategia de nuestra pyme.
