Existen distintas clasificaciones para las empresas y una de las más comunes es la de clasificarlas de acuerdo al tamaño de las mismas. Dentro de los distintos tipos de empresas que podemos encontrar de acuerdo a su tamaño, las empresas pequeñas son unas que merecen especial atención. Lo anterior se debe al hecho de que estas empresas contribuyen con parte significativa del PIB y además contribuyen con parte importante del empleo a nivel nacional. Este tipo de empresas se suele enfrentar a distintos obstáculos que pocas veces resultan fáciles de vencer. Lo anterior se debe principalmente a que son percibidas como empresas altamente riesgosas y por lo tanto el mercado confía poco en las mismas. Esto hace que las instituciones financieras se encuentren poco dispuestas a poner a disposición de las empresas pequeñas los recursos que requieren para invertir dentro de las mismas y crecer. Gracias al avance que ha habido en el sector financiero en los últimos años hoy es posible acceder a financiamiento a través de sociedades financieras confiables.
Dentro de los puntos que conviene tomar en consideración al momento de solicitar recursos para nuestras empresas pequeñas, los más importantes son los siguientes:
Tipo de financiamiento.- Existen distintos tipos de financiamiento que se encuentran a disposición de las empresas pequeñas en el mercado financiero. Dentro de estos tipos de financiamiento, el crédito y el arrendamiento son los que podrían resultar ser de mayor utilidad para llevar a cabo inversiones dentro de estas empresas. El crédito es un tipo de financiamiento que resulta ser bastante flexible por lo cual se podría utilizar para invertir en capital humano o capital físico. Por su parte el arrendamiento se enfoca en activos físicos. Elegir uno u otro dependerá de nuestras necesidades específicas de inversión.
Plazo.- Otro punto a tomar en consideración es el plazo al cual solicitar nuestro financiamiento. La mejor manera de determinar lo anterior es mediante la proyección de nuestros flujos futuros esperados. Esto nos ayudará a conocer nuestra capacidad de pago y a elegir el plazo que más se ajuste a las necesidades de nuestras empresas.
Una vez que hemos tomado en consideración los puntos anteriores, el siguiente paso será acercarnos a aquella compañía aseguradora confiable que ponga a nuestra disposición los recursos que requerimos de manera rápida y económica. Con ayuda de crédito o arrendamiento podremos llevar a cabo las inversiones que requerimos hacer dentro de nuestras empresas pequeñas.
