El fin de toda empresa es llevar a cabo la creación de valor económico. Para poder lograr lo anterior es necesario tener presente la definición de valor económico. El valor económico se define como la suma del excedente del consumidor y la suma del excedente del productor. El excedente del consumidor es la diferencia que existe entre el valor percibido de un bien por parte del cliente y el precio que éste tiene que pagar para poder contar con dicho bien. Por su parte, el excedente del productor es la diferencia que existe entre el precio en el cual se intercambia un bien en el mercado y los costos en los cuales incurre el productor para llevar a cabo la elaboración de dicho bien. Al momento de buscar crear valor económico dentro de nuestro negocio es importante tener presente que requerimos de determinados recursos que nos permitan explotar una ventaja competitiva. La manera más fácil de obtener dichos recursos es a través de préstamos financieros.
Dentro de los puntos que conviene tomar en cuenta al momento de solicitar un préstamo financiero para invertir dentro de nuestro negocio, los más importantes son los siguientes:
Tipos de préstamos financieros.- Existen distintos tipos de préstamos financieros que se encuentran a nuestra disposición y que podrían sernos de gran ayuda al momento de buscar invertir en nuestro negocio. Dentro de estos tipos de préstamos, el crédito y el arrendamiento son los que podrían sernos de mayor utilidad. El crédito nos brindará la flexibilidad y liquidez necesarias para llevar a cabo inversiones tanto en activos físicos como en activos intangibles. Por su parte, el arrendamiento pondrá a nuestra disposición determinados activos físicos para utilizarlos dentro del proceso productivo de nuestro negocio.
Plazo.- Otro punto importante a tomar en consideración es el plazo al cual solicitaremos los recursos. La manera más inteligente de determinar el plazo es a través de la proyección de nuestros flujos futuros esperados. Proyectar estos nos ayudará a conocer nuestra capacidad de pago y a elegir el plazo que mejor se ajuste a nuestros flujos. En este punto conviene tener presente que a mayor plazo mayor será la cantidad de intereses que tendremos que pagar para poder contar con nuestro financiamiento.
Una vez que hemos tomado en cuenta los puntos anteriores, el siguiente paso será acercarnos a aquella sociedad financiera confiable que ponga a nuestra disposición los recursos que requerimos de manera rápida e inmediata.
