Al empezar un nuevo año es el momento de plantearnos preguntas serias acerca de nuestro negocio y tomarnos el tiempo para reflexionar y meditar acerca de las acciones que tomaremos para hacer crecer éste y lograr que nuestra empresa saque el máximo provecho de su operación durante el año que inicia. Dentro de las acciones que deben realizar todas las empresas al iniciar un nuevo año de operaciones la de trazar un plan estratégico para su desarrollo durante ese año resulta crucial para lograr un crecimiento sostenido en ella y mayores beneficios económicos. Es necesario tener claro los pasos que se deben seguir para trazar este plan ya que si lo hacemos de manera ordenada el resultado de éste será exitoso.
Dentro de las etapas para gestar y desarrollar el plan de crecimiento de nuestras empresas lo primero que tenemos que hacer es contar con todo el equipo necesario para desarrollar dicho plan. Para lo anterior es necesario invertir recursos en la contratación de talento altamente capacitado que nos ayude a diseñar la estrategia y a ejecutarla punto por punto de acuerdo a lo estipulado. Este equipo será el encargado de decidir qué rumbo seguir y cuáles son los pasos a tomar para alcanzar la meta que nos hemos propuesto para nuestra empresa.
Una vez que el equipo ha planeado perfectamente la estrategia de crecimiento y desarrollo para nuestra empresa es necesario ver con qué recursos materiales contamos y con cuáles deberíamos contar para poder realizar el plan de manera satisfactoria. Esta puede ser una parte crítica dentro del proceso de la estrategia puesto que en muchas ocasiones se requieren de grandes cantidades de dinero para poder invertir en todo lo necesario para llevar a cabo el proyecto productivo que tenemos en mente.
Deteniéndonos un poco en el punto anterior, es nuestra responsabilidad como empresa investigar acerca de las alternativas al financiamiento tradicional, los bancos, que nos brindan las menores tasas de interés y los términos y condiciones más flexibles para llevar a cabo todos esos proyectos productivos que nuestras empresas tengan en mente. Hoy en día en el mercado existen muchas empresas especializadas en otorgar financiamiento a negocios de diferentes escalas y que brindan las mejores opciones de financiamiento para llevar a cabo nuestro plan estratégico de crecimiento.
Dentro de las distintas opciones de financiamiento disponibles en el mercado una que podría resultar ser la mejor para adquirir activos físicos es el arrendamiento. El arrendamiento puede ser puro o financiero. El arrendamiento puro consiste en pagar “renta” por utilizar un bien durante el tiempo que utilicemos dicho bien. En cuanto al arrendamiento financiero éste funciona de manera similar sin embargo cuenta con una opción de compra después de determinado plazo que consiste en pagar el valor residual del activo en cuestión y quedarse con dicho activo. Elegir uno u otro tipo de arrendamiento podría representar ventajas fiscales para nuestra empresa dependiendo del régimen fiscal del cual seamos parte. Además, una de las ventajas del arrendamiento sobre otros tipos de financiamiento es la posibilidad de mantener nuestro equipo permanentemente actualizado puesto que tenemos la posibilidad de renovar el contrato de arrendamiento con un activo nuevo cada vez que venza el plazo del mismo. Dependiendo de la estrategia específica que diseñemos elegiremos entre arrendamiento puro y arrendamiento financiero.
Una vez que hemos tomado en cuenta las alternativas al financiamiento lo único que nos queda es ejecutar el plan diseñado por nuestro equipo de trabajo. Para esto es necesario ser bastante metódicos al momento de realizarlo para que los resultados sean los esperados y para que éstos se vean reflejados en los beneficios económicos de nuestras empresas.
