Elegir que automóvil comprar es una de las decisiones de inversión más difíciles a realizar debido a una cantidad considerable de factores al momento de elegir el automóvil. Lo primero a determinar en nuestro proceso de compra es el uso que le daremos a nuestro automóvil. Debemos tener en cuenta que no es lo mismo que el vehículo que adquiramos lo destinemos a nuestro uso personal que lo destinemos para el uso de nuestro negocio. Si nos encontramos en el primer caso la elección de este dependerá en gran medida en las características familiares propias y en nuestras preferencias personales mientras que si nos encontramos en el segundo caso la elección dependerá de las características propias de nuestro negocio. Dependiendo del uso que le daremos elegiremos el tipo de vehículo que necesitaremos. Una vez teniendo claro lo anterior es necesario elegir una marca determinado de automóvil. Elegir una marca de automóvil no es tarea fácil pues hoy en día en el mercado existen muchas de estas y la mayoría de ellas ofrecen atractivos modelos. Debemos recordar que de acuerdo con la nacionalidad de cada una de estas marcas la tecnología que emplearán en la elaboración de sus automóviles será de mayor o menor calidad. En este punto también juega un factor importante el presupuesto pues en muchas ocasiones la decisión final se tomará con base en cuanto es el dinero que tenemos disponible. Una de las cosas a tomar más en cuenta al momento de adquirir nuestro automóvil es tener una buena relación entre calidad y precio. Una vez que hemos tomado en cuenta los factores anteriores es necesario buscar el modelo que más nos atraiga con las características específicas que estemos buscando en un automóvil.
Retomando el tema del presupuesto mencionado anteriormente debemos tener en cuenta que la manera más fácil de adquirir un automóvil hoy en día es a través de autofinanciamientos. Dentro de las opciones de autofinanciamientos que hoy en día se encuentran disponibles en el mercado el crédito automotriz y el arrendamiento automotriz son dos de los más populares. El primero consiste en obtener la cantidad de dinero necesaria para adquirir nuestro automóvil usualmente después de haber dado un enganche para la compra del mismo. El préstamo se irá pagando en mensualidades que consistirán en una parte proporcional del préstamo acompañadas de una tasa de interés como reflejo del valor del dinero en el tiempo. Al momento de determinar la duración del crédito es necesario tener en cuenta como están nuestros flujos puesto que de lo anterior dependerá nuestra capacidad de pago de las mensualidades estipuladas. A mayor tiempo más intereses pagaremos pues estos se van generando conforme avanza el tiempo y a menor tiempo las mensualidades serán mayores pues tendremos que cubrir el préstamo en un menor lapso.
La otra opción de autofinanciamiento previamente mencionada es el arrendamiento automotriz. Este lo podemos encontrar tanto en arrendamiento puro como en arrendamiento financiero. El arrendamiento puro consiste en pagar “renta” por utilizar nuestro vehículo durante el tiempo que utilicemos el mismo. El arrendamiento financiero funciona de manera similar con la diferencia que contiene una opción de compra al finalizar el plazo del contrato. La opción de compra consiste en pagar el valor residual del vehículo y obtener la propiedad del mismo. La ventaja que podría presentarnos el arrendamiento en comparación con otras opciones de autofinanciamiento es la capacidad de mantener nuestro vehículo actualizado pues tenemos la posibilidad de renovarlo cada vez que vence nuestro contrato. Elegir uno u otro esquema de autofinanciamiento dependerá de nuestras preferencias y necesidades personales lo importante es hacerlo a través de una sociedad financiera confiable que ponga los recursos necesarios a nuestra disposición.
