Hacer crecer nuestro negocio debe ser siempre una prioridad. Para lo anterior es necesario estar constantemente creando valor económico a través de una ventaja competitiva. En este contexto se puede entender el valor económico como el diferencial que existe entre el valor percibido del bien por el consumidor final y el costo de elaborar dicho bien dentro de nuestro negocio. Obtener una ventaja competitiva no siempre resulta fácil puesto que muchas veces nos vemos con la necesidad de escoger entre una estrategia de diferenciación o una estrategia de bajo costo. Lo anterior implica que si queremos que nuestros productos cuenten con características particulares que hagan que se diferencien de los demás es necesario aumentar los costos de producción de dicho bien y esto afectaría el valor económico del bien. Al momento de implementar una estrategia de diferenciación debemos ver si ésta aumenta el valor percibido del cliente por lo menos en la misma cantidad que el aumento de costo.
Por otro lado una estrategia de bajo costo hará que nuestros costos disminuyan sin embargo a la par el valor percibido por nuestros clientes al momento de llevar nuestros bienes al mercado disminuirá. Es necesario medir el efecto de esta disminución para poder determinar si se está perdiendo valor económico al momento de implementar esta estrategia. Independientemente de la estrategia que elijamos debemos tener en cuenta que necesitamos contar con el capital físico necesario para llevar a cabo el proceso productivo de nuestro negocio. Realizar la inversión en el capital físico necesario para que nuestro negocio opere de la manera más eficaz posible no siempre es fácil pues muchas veces éste resulta ser bastante costoso. Dentro del capital físico a considerar al momento de realizar un proyecto de inversión y de desarrollo dentro de nuestra empresa debemos tener en cuenta aquel que empleamos en el proceso productivo de nuestra empresa y aquel que utilizamos en el proceso de distribución de nuestros bienes. Dependiendo de qué tipo de capital físico debamos adquirir la inversión será más ó menos costosa.
Si bien necesitamos mantener nuestro presupuesto balanceado al momento de realizar una inversión de gran magnitud en capital físico debemos tomar en cuenta que hoy en día gracias al avance que ha existido en los mercados financieros existen sociedades financieras confiables que nos brinda los recursos necesarios para poder llevar a cabo la inversión en capital físico que necesita nuestra empresa a través del financiamiento. Es necesario acercarnos a este tipo de empresas para conocer cuáles son las tasas de interés que ofrecen y cuáles son los términos y condiciones dentro de las distintas opciones de financiamiento que ponen a nuestra disposición. En el caso específico de requerir los recursos para invertir en capital físico una opción que podría resultar atractiva es el arrendamiento.
El arrendamiento puede ser puro o financiero. El arrendamiento puro consiste en pagar renta por utilizar un activo durante el tiempo que estemos utilizando el mismo. Por otro lado el arrendamiento financiero consiste funciona de manera similar con la diferencia que al finalizar el plazo estipulado en nuestro contrato contamos con una opción de compra. La opción de compra consiste en pagar el valor residual del activo en cuestión. La ventaja que podría presentarnos el arrendamiento en cualquiera de sus modalidades sobre algún otro tipo de financiamiento es la posibilidad de mantener nuestros activos actualizados puesto que al no tener la obligación de comprarlos podemos renovarlos una vez que venza el plazo de nuestro contrato de arrendamiento. Al momento de decidir utilizar esta forma de financiamiento debemos tener en cuenta nuestros flujos para ver cuáles son los plazos que más nos acomodan.
