El fin de toda empresa es llevar a cabo la creación de valor económico. El valor económico se define como la diferencia que existe entre el valor percibido de un bien y el costo en el cual incurre el productor para llevar a cabo la elaboración de dicho bien. Para poder llevar a cabo la creación de valor económico, las empresas deben contar con distintos recursos que le permitan explotar una ventaja competitiva de manera sostenible. En el caso de las empresas nuevas esto resulta crítico pues al ser de reciente creación los recursos con los que cuentan resultan ser muy limitados. Al momento de buscar obtener más recursos resulta útil tomar en cuenta el financiamiento como opción. Dentro de las distintas instituciones financieras que ponen a disposición de empresas nuevas el financiamiento que requieren las sociedades financieras confiables son de las más útiles. Dentro de los tipos de préstamos que estas sociedades suelen otorgar, el arrendamiento es uno que podría ser de gran utilidad.