Uno de los grandes motores de crecimiento de la economía nacional son las pequeñas y medianas empresas. Lo anterior debido a que 9 de cada 10 empresas mexicanas podrían ser clasificadas dentro de esta categoría y por lo tanto contribuyen con una parte importante del PIB y con gran cantidad del empleo en el país. La finalidad de toda empresa es la creación de valor económico y por lo tanto es necesario que toda empresa se encuentre constantemente explotando una ventaja competitiva. La manera de explotar una ventaja competitiva es mediante la implementación de proyectos productivos que nos ayuden a alcanzar una mayor creación de valor económico. Para poder llevar a cabo el desarrollo e implementación de un proyecto productivo es necesario seguir una serie de pasos e invertir los recursos necesarios en éste. La manera fácil de obtener los recursos es a través del financiamiento. Los puntos más importantes a considerar al momento de pensar poner en marcha un proyecto productivo son los siguientes: Planeación.- el punto de partida para todo proyecto productivo es la planeación y el diseño del mismo. Esto involucrará contar con un equipo encargado de pensar cuál podría ser una buena fuente de creación de valor económico y de qué manera seria más fácil poner en marcha dicha fuente o proyecto. Durante esta etapa se tienen que especificar todas las particularidades del proyecto para tener claro hacia donde nos dirigimos. Evaluación.- una vez que tenemos claro cuál es el tipo de proyecto que nos interesa implementar y de qué manera lo haremos es necesario llevar a cabo un estudio costo-beneficio del mismo. Lo anterior consistirá en sumar todos los costos que generará implementar dicho proyecto y restárselos a los beneficios que esperamos obtener de dicho proyecto. Si la diferencia es positiva entonces nos encontramos en el camino adecuado.